Una promesa de gloria by Morgan Rice

autor:Morgan Rice [Rice, Morgan]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Aventuras
editor: ePubLibre
publicado: 2014-09-08T16:00:00+00:00

CAPÍTULO CATORCE

El lord Kultin marchaba por los pasillos de piedra de la Corte del Rey, con sus docenas de soldados detrás de él, esperando traicionar a Gareth, cortando su garganta y queriendo tener el trono para sí mismo.

Kultin había estado esperando el momento durante demasiado tiempo, aguantando las tonterías de Gareth, sólo porque la paga era buena y el Escudo estaba activado y porque por un tiempo parecía que Gareth gobernaría para siempre. Pero una vez que Andrónico vulneró el Anillo, Kultin sabía que los días de Gareth estaban contados y el tiempo había llegado. Al principio, Kultin solamente iba a abandonar a Gareth; pero luego, cuando vio que era un rey débil y patético, sintió asco por él. Él mismo podría ser un mejor rey, y eso era exactamente lo que necesitaba ahora la Corte del Rey. No a Gareth, no a su hermana y no a ningún otro MacGil —sino a él, al lord Kultin, a un hombre de verdad, un mercenario que podría tomar el trono por la fuerza. Durante siglos, así era como se hacían los reyes y Kultin sintió que era hora de reintegrar la vieja usanza. ¿Después de todo, quién se merecía más ser un rey que él, que había tomado el trono, no por derecho sino por poder?

Kultin aceleró su paso, esperando ver la cara de Gareth cuando entrara en la habitación de la pequeña comadreja y desafiara su mando, cuando le arrojara del trono y lo matara en el acto. Él podría permitir que Gareth le rogara por un rato. Pero sin importar lo que dijera, al final haría lo que todos en la Corte del Rey querían: mataría al rey.

Kultin respiró profundamente, saboreando la carga de poder que sentiría. Él sería rey. Él. El rey. Y entonces él cambiaría las cosas en la Corte del Rey. Reuniría a todos los soldados, quienes estarían encantados de tener a un verdadero soldado guiándolos, e impediría la entrada a la Corte del Rey y montaría una defensa real contra Andrónico. Sería expulsado del Anillo y entonces él, Kultin, sería el gobernante supremo de todo el Anillo.

Kultin abrió de golpe las altas puertas arqueadas, que conducían a la cámara privada del rey, esperando encontrar a Gareth allí, sentado en su trono, como siempre lo hacía —emocionado de ver su mirada de sorpresa y horror.

Pero al entrar a la habitación, de inmediato supo que algo andaba mal. No podía ser.

Estaba vacía.

Era imposible. Kultin había cerrado todas las salidas para evitar la fuga de Gareth. No podía haber desaparecido. Y no entendía cómo Gareth había sabido que iba a venir.

Kultin recorrió toda la habitación, y entonces la vio: la chimenea. Dentro había una trampilla, entreabierta.

Kultin se reclinó, enrojeciendo. Gareth había escapado. Había encontrado una salida trasera para salir del castillo. Había sabido que él iba a venir. Él le había burlado.

Kultin gritó de frustración, sabiendo que Gareth ya estaría lejos, fuera de su alcance. Al ir hacia la ventana, comenzó a sentir que sus sueños se vieron frustradas.

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